«El precio del petróleo ha registrado una caída notable durante las dos últimas jornadas, con el crudo WTI retrocediendo más del 1% en la sesión del miércoles y alcanzando un mínimo intradía cercano al 2%.
Esta operativa bajista ha llevado a la mezcla estadounidense (WTI) a cotizar alrededor de los $75 por barril.
El regreso a la baja en los precios del crudo se debe principalmente a la reducción de las tensiones geopolíticas en el Medio Oriente, que previamente habían impulsado los precios al alza.
Tras los recientes enfrentamientos entre Israel y Hezbollah, el mercado reaccionó con preocupación ante la posibilidad de una escalada en la región.
Sin embargo, la falta de un conflicto mayor ha disminuido el riesgo percibido, lo que ha aliviado la presión sobre los precios.
Además, el entorno económico global sigue siendo incierto, con señales de desaceleración, especialmente en Estados Unidos.
El petróleo ha mostrado ser particularmente vulnerable tras los últimos datos de empleo (NFP) de julio, que decepcionaron las expectativas del mercado.
Ahora, la atención se centra en la próxima revisión del PIB del segundo trimestre y en el informe de empleo NFP de la próxima semana, que serán determinantes para la dirección futura de los precios del crudo a medida que se continúa evaluando la debilidad económica.
Aunque los inventarios de crudo en EE. UU. disminuyeron menos de lo esperado, este factor ha jugado un rol secundario en la reciente operativa del mercado, donde la combinación de una reducción en las tensiones geopolíticas y un panorama económico incierto continúa siendo el principal motor detrás de la reciente debilidad en los precios del petróleo».
Análisis de Quásar Elizundia, Expert Research Strategist - Pepperstone.