Una combinación de medidas e inversiones de la actual versión del National Recovery and Resilience Plan (Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia) puede conducir a una rápida salida del carbón en Bulgaria, según un análisis.
El país ha comunicado a la Unión Europea que sustituirá su mayor central térmica de carbón por gas y que podría cancelar dos acuerdos de compra de energía con sistemas privados que utilizan este combustible contaminante.
El gabinete provisional de Bulgaria ha expuesto los próximos proyectos y las medidas previstas que indican la posibilidad de que el país abandone por completo el carbón a finales del segundo trimestre de 2025, según un informe de Kapital.bg.
Concretamente, el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia que se envió a la Comisión Europea para su aprobación reveló que Maritsa iztok 2 o Maritsa East 2, la mayor central eléctrica de carbón del país, sería sustituida por un sistema de gas a mediados de 2025.
Dos acuerdos de compra de energía a largo plazo con empresas que gestionan otras instalaciones del mismo complejo energético están distorsionando el mercado y serán rescindidos a finales del segundo trimestre de 2022, añade el artículo, citando el documento. El medio de comunicación señaló que la medida anunciada se refiere, sin duda, a empresas privadas de Estados Unidos.
Anteriormente se informó de que el gobierno pretende cancelar los acuerdos con las empresas que operan Maritsa East 1 y Maritsa East 3 como condición para mantener a flote la problemática Maritsa East 2, de propiedad estatal. Si se cierran las tres centrales, la empresa minera de carbón Mini Maritsa iztok, controlada por el Estado, no tendrá a quién vender el dañino combustible fósil, según el artículo.
La central de gas de 1 GW prevista puede sustituir casi por completo al complejo de carbón de Maritsa East
La cantera produce casi todo el lignito del país. La central de carbón Maritsa East 2, de 1,6 GW, es la mayor del país, pero sólo utiliza 300 MW de media, según el informe. Las otras dos instalaciones del complejo funcionan a la mitad de los 1,57 GW de capacidad nominal, añadió.
Kapital destacó el hecho de que el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia implica que la central de gas de 1 GW que la sustituye sólo podría construirse en el emplazamiento de Maritsa Este 2, lo que plantea problemas de competencia. El proyecto se estima en 850 millones de euros, de los cuales el Gobierno cuenta con 255 millones del plan y una suma equivalente procedente con el Fondo de Modernización, mientras que el resto provendría de fuentes privadas.
Vacilante a la hora de actuar
Hasta ahora, Bulgaria se ha negado a acelerar sus planes para la eliminación del carbón, ya que se ha ceñido al plazo final de la UE de 2050. Otros países de la región también han cancelado últimamente proyectos de centrales térmicas y han impulsado sus ambiciones de salida del carbón sin que los altos funcionarios lo hayan anunciado.
Las empresas estatales se ven presionadas por los costes de las emisiones de dióxido de carbono o, en el caso de los Balkanes Occidentales, por el próximo mecanismo de ajuste en función del carbono de la UE, esencialmente un impuesto sobre el CO2 para los importadores.
Algunos gobiernos de la región dudan en asumir la responsabilidad de la transición energética hacia las renovables, ya que implica la pérdida masiva de puestos de trabajo en el sector de los combustibles fósiles, especialmente en la minería. Por otro lado, el golpe puede suavizarse con los fondos de la UE, mientras que retrasar la acción puede aumentar los costes de forma significativa a largo plazo. Otros, especialmente Grecia y Macedonia del Norte, siguen adelante con objetivos ambiciosos.
Bulgaria depende mucho del carbón
El Primer Ministro interino de Bulgaria, Stefan Yanev, declaró a finales de junio que la capacidad de Maritsa Este 2 se reduciría “al mínimo”, pero que no puede cerrarse debido a su importancia estratégica. El país depende mucho del carbón también para la calefacción urbana y tiene otras centrales térmicas, aunque hay proyectos en marcha para pasar gradualmente a la energía verde.
Cabe destacar que el Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) escribió la semana pasada que los operadores de las centrales térmicas de carbón Bobov Dol y Brikel podrían haber evitado el pago de entre 26,6 y 32,2 millones de euros en total en concepto de gastos por emisiones de CO2 en los tres años hasta 2020 al publicar datos inexactos.
Se destinará 449 millones de euros a la energía solar con almacenamiento en baterías
El gabinete provisional propuso en el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia destinar 970 millones de euros en subvenciones y 1.120 millones en cofinanciación al sector energético. La mayor parte de los fondos gratuitos respaldarían parcialmente los proyectos de energía solar con almacenamiento en baterías, 449 millones de euros, seguidos de los proyectos de transmisión de electricidad y gas y de hidrógeno y energía geotérmica.
Bulgaria se fijó un objetivo mínimo de 1,7 GW en nueva energía fotovoltaica, lo que duplicaría su capacidad, separada en seis licitaciones semestrales a partir del próximo año. Los grandes proyectos en desarrollo en Haskovo y Harmanli podrían beneficiarse del plan. También existe la posibilidad de instalar centrales solares en las antiguas minas de carbón de la zona de Maritsa Este.
Noticia tomada de: Balkan Green Energy News / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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