El consumo de combustible en la economía más grande de América Latina ya ha superado los niveles previos al virus y se espera que en 2021 sea más fuerte que la de este año gracias a una sólida demanda agrícola y mayores estímulos.
Las refinerías de la petrolera estatal Petrobras (Petroleo Brasileiro SA), procesaron 1.85 millones de barriles por día de petróleo crudo en octubre, un aumento del 17% en comparación con el mismo período del año anterior.
La causa de este inusitado crecimiento es una temporada de cosecha récord y un auge en la demanda de gasolina para vehículos durante el verano, lo cual llevó a Petrobras a hacer ajustes para satisfacer el aumento de la demanda de combustibles.
Petrobras también se ha beneficiado de la mayor demanda del fuel oil con bajo contenido de azufre que produce.
“El repunte de la demanda de combustible fue una gran sorpresa”, dijo Paula Jara, analista de la consultora Wood Mackenzie Ltd. “Cuando se piensa en ello, se puede decir que Petrobras es un caso único en todo el mundo porque pudieron aumentar bastante rápido la producción de combustible”.
El surgimiento de la demanda de petróleo en Brasil es un acontecimiento positivo para un mercado global que se ha visto obligado a hacer retroceder las expectativas de cuándo la demanda de energía podría volver a los niveles anteriores al virus.
En Sao Paulo, el estado más poblado del país, con 46 millones de personas, el kilometraje recorrido por los automóviles de pasajeros ha estado, desde fines de agosto, por encima de los niveles anteriores al Covid, según datos de Waze, una aplicación de navegación de tráfico, propiedad de Alphabet Inc.
Los brasileños conducen distancias que son similares o superiores a los niveles previos al virus, pero eso no se ha traducido en más congestionamiento de tráfico a medida que la pandemia cambió los hábitos de los conductores, dice Douglas Tokuno, director de Waze Carpool en América Latina.
Si bien los viajes al trabajo o la universidad han disminuido, los brasileños han estado usando automóviles con más frecuencia para viajar más de 150 kilómetros e ir a supermercados, gasolineras y tiendas.
La agricultura da el mayor impulso a la demanda
El récord de soja y maíz que el país terminó de plantar en octubre llevó el consumo de diésel a un máximo de seis años después de que la falta de lluvias retrasó la siembra que se esperaba que comenzara en septiembre.
El aumento considerable en la siembra de rubros agrícolas como la soja, maíz y algodón, obligó a los productores de estados como Mato Grosso, a realizar compras adicionales de diésel para mantener en funcionamiento toda la maquinaria.
Es menos probable que la demanda de diésel sea tan fuerte en noviembre y diciembre, pero volverá a aumentar el primer trimestre cuando comience la cosecha de soja. Esa es la época más concurrida del año en las carreteras, cuando una ola ámbar de camiones cargados de soja recorre casi 2,000 kilómetros hasta la costa para entregar su carga a las terminales de exportación.
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