BP presenta el Outlook Report 2020 durantela “semana de BP”, a realizarse del 14 al 16 de septiembre en donde se analizará en profundidad la nueva estrategia de la compañía. Las proyecciones de consumo indican que la demanda ya alcanzó su pico máximo de consumo en el año 2019.
Un mensaje clave de las perspectivas 2020 de BP, es que muy posiblemente el consumo de petróleo nunca se recupere a niveles previos a la pandemia, y no solo por la pandemia en sí, sino por factores que han estado en juego mucho antes del coronavirus.
El Energy Outlook 2020 (perspectivas de energía 2020) explora las fuerzas que dan forma a la transición energética global hasta 2050 y las incertidumbres clave que rodean esa transición.
En las perspectivas, BP centra su análisis con base en tres escenarios para el futuro de la demanda de petróleo: Business-as-usual (negocios como siempre), Rapid (transición rápida) y Net Zero (cero neto), los cuales brindan una variedad de resultados posibles para comprender el rango de incertidumbres que se avecinan.
En ninguno de ellos BP prevé un crecimiento de la demanda de petróleo a largo plazo.
Es probable que el sistema energético mundial se someta a una reestructuración fundamental para descarbonizar, lo que creará desafíos y oportunidades para la industria.
¿De que se trata estos 3 escenarios?
Rapid, se basa en una serie de medidas políticas, lideradas por un aumento significativo en los precios del carbón, de modo que las emisiones de carbono derivadas del uso de energía caen alrededor del 70% para 2050.
Este escenario es ampliamente comparable al “Escenario de transición rápida” incluido en el Net Zero, que asume que las políticas de Rapid se ven reforzadas por cambios significativos en los comportamientos y preferencias sociales que aceleran aún más la reducción de las emisiones de carbono.
El diseño de Net Zero se basa en la opinión de que existen límites en la medida en que una transición energética realmente acelerada puede ser impulsada únicamente por políticas gubernamentales.
Es posible que sea necesario reforzar las políticas gubernamentales cambiando las preferencias de la sociedad.
Como sugiere el nombre, las emisiones de carbono del uso de energía se eliminan casi por completo en Net Zero, cayendo en más del 95% para 2050.
Y finalmente, el Business as usual, que supone que las políticas gubernamentales, las tecnologías y las preferencias sociales continúan evolucionando de una manera y velocidad vistas en el pasado reciente.
Figura 1. Escenarios de BP para la transición energética
La demanda de petróleo cae en los tres escenarios
La disminución de la demanda de petróleo es más pronunciada en Rapid y Net Zero, en las que después de alcanzar un máximo en 2019 con cerca de 100 millones de bpd (MMbpd), la demanda de petróleo para 2050 cae a poco menos de 50 MMbpd en Rapid y a alrededor de 25 MMbpd en Net Zero.
Esto significa que la demanda habría alcanzado su punto máximo en 2019, a un nivel de alrededor de 100 millones de barriles diarios.
El más optimista, desde la perspectiva de la industria petrolera, es el escenario de Business as usual (BAU), en el que la demanda se recupera de los efectos de la pandemia, pero se estabiliza en los próximos años antes de comenzar a disminuir.
La perspectiva para el consumo de petróleo en BAU es más resiliente, con la demanda recuperándose alrededor de sus niveles anteriores al Covid, donde permanecerá durante los próximos 10 a 15 años, antes de caer gradualmente en la segunda mitad de la perspectiva a alrededor de 90 MMbpd para 2050.
Muchos gobiernos han prometido agendas ambientalistas cada vez más agresivas que harán que las políticas se apliquen mucho más rápidamente. Si estos escenarios se cumplen, la demanda de petróleo nunca volverá a los niveles previos a la pandemia, según BP.
Este escenario, que prevé la adopción de políticas gubernamentales al ritmo que se ha hecho en el pasado reciente, puede no ser el más probable.
La escala y el ritmo de estas caídas se deben principalmente al aumento de la eficiencia y la electrificación del transporte por carretera, y la disminución del uso del petróleo en el transporte terrestre, que se muestra aquí mediante las dos barras azules, representa entre el 50 y el 60% de la reducción total en demanda de petróleo en Rapid y Net Zero.
Figura 2. Perspectivas de la demanda de petróleo
Cambios en las preferencias de la sociedad
La electrificación del transporte terrestre es más pronunciada en Rapid y Net Zero, respaldada por estándares de eficiencia de vehículos cada vez más estrictos, precios más altos del carbón y, especialmente dentro de Net Zero, un cambio adicional en las preferencias sociales hacia los vehículos eléctricos.
Para 2050, más de las tres cuartas partes de todos los kilómetros recorridos en vehículos de pasajeros y camiones estarán electrificados en Rapid y Net Zero.
Incluso en BAU, más del 25% del transporte por carretera estará electrificado para 2050, en comparación con menos del 1% en 2018.
Por el lado de los automóviles de pasajeros, el fuerte aumento en la electrificación del transporte por carretera desde principios de la década de 2030 está impulsado por la interacción de “vehículos eléctricos, con movilidad compartida y vehículos autónomos”.
Los tres elementos combinados revolucionan el sector de la movilidad
La aparición de vehículos totalmente autónomos a principios de la década de 2030 en Rapid y Net Zero reduce significativamente el costo de los servicios de movilidad compartida, lo que hace que los consumidores se alejen tanto del transporte público como de los vehículos privados hacia los llamados robotaxis.
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