Cuando se trata de hidrógeno verde, Bosch pisa el acelerador: en aras de una acción climática eficaz, la empresa no sólo planea utilizar este nuevo combustible, sino también ser una de las empresas que lo produce.
Por ello, Bosch se está dedicando al desarrollo de componentes para electrolizadores, que utilizan la electrólisis para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno. En el mejor de los casos, la electricidad para este fin se genera a partir de fuentes renovables como la energía eólica o la fotovoltaica, en cuyo caso el resultado se conoce como “hidrógeno verde”.
“No podemos permitirnos retrasar más la acción climática, por lo que nos proponemos utilizar la tecnología de Bosch para apoyar la rápida expansión de la producción de hidrógeno en Europa”, dijo el Dr. Stefan Hartung, presidente del consejo de administración de Robert Bosch GmbH, en la presentación de las cifras anuales de la empresa .
“Para ello, aprovecharemos nuestro know-how en la tecnología de las pilas de combustible”, añadió el Dr. Markus Heyn, miembro del consejo de administración de Bosch y presidente del sector empresarial Mobility Solutions.
Aprovechando esta experiencia, Bosch asignará el desarrollo de componentes de electrolizadores al sector de negocio Mobility Solutions, invirtiendo hasta 500 millones de euros en esta empresa hasta el final de la década.
A la luz de la diversificación energética, el abandono de los combustibles fósiles y la necesidad de reducir las emisiones de CO2, la demanda de hidrógeno verde está creciendo rápidamente, no sólo en las industrias que consumen mucha energía, como la siderúrgica, la química y el transporte de mercancías pesadas, sino también en el sector inmobiliario privado.
Según la UE, la demanda aumentará a unos diez millones de toneladas métricas al año hasta 2030. Según las previsiones de Bosch, el mercado mundial de componentes de electrolizadores aumentará hasta un volumen de unos 14.000 millones de euros en el mismo período, siendo Europa la que registrará las mayores tasas de crecimiento.
Para ayudar a las empresas y a la sociedad a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y aprovechar las nuevas formas de energía, Bosch tiene la intención de invertir unos tres mil millones de euros en tecnología neutral para el clima, como la electrificación y el hidrógeno, en los próximos tres años.
Bosch va a desarrollar la pila – el componente central de un electrolizador
Al igual que en la pila de combustible, el componente clave de un electrolizador es una pila, que comprende varios cientos de células individuales conectadas en serie. En cada una de estas células, la electricidad se utiliza para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno. Esto es lo contrario de lo que ocurre en una pila de combustible, donde la electricidad se genera combinando hidrógeno y oxígeno.
En ambos casos, la reacción química se facilita mediante una membrana de intercambio de protones (proton-exchange membrane, PEM, por sus siglas en inglés). Bosch está colaborando con varios socios para desarrollar una forma de combinar la pila del electrolizador con una unidad de control, la electrónica de potencia y varios sensores para crear un “módulo inteligente”. Con plantas piloto que comenzarán a funcionar el año que viene, la empresa tiene previsto suministrar estos módulos inteligentes a los fabricantes de plantas de electrólisis y a los proveedores de servicios industriales a partir de 2025.
Mediante un sencillo proceso, Bosch incorporará varios de estos módulos compactos. De este modo, se podrán utilizar tanto en unidades más pequeñas con una capacidad de hasta diez megavatios como en plantas terrestres y marítimas con una capacidad de un gigavatio, ya sea en proyectos de nueva construcción o en plantas existentes para su conversión a la producción de hidrógeno verde.
Para maximizar la eficiencia de la producción de hidrógeno y prolongar la vida útil de la pila, los módulos inteligentes se conectarán a la nube de Bosch.
Al mismo tiempo, se espera que el uso de un diseño modular para los electrolizadores haga que el mantenimiento sea más flexible: cualquier trabajo programado requerirá el cierre de ciertas secciones de la planta solamente, en lugar de toda la instalación. Bosch también está trabajando en conceptos de servicio que incluirán el reciclaje de componentes para promover una economía circular.
Bosch puede utilizar sus puntos fuertes en la producción en masa y las economías de escala
A diferencia de muchos de los componentes de los electrolizadores que se encuentran actualmente en el mercado, los módulos inteligentes de Bosch se fabricarán en serie. Por lo tanto, la operación de fabricación generará economías de escala.
“El aumento de la producción de hidrógeno depende de dos factores clave: la velocidad y los costes”, dijo Heyn. “Aquí es donde podemos jugar con nuestros puntos fuertes, gracias a nuestra experiencia en la producción en masa y a nuestro know-how automovilístico”.
Bosch tiene previsto iniciar lo antes posible la producción en serie en varios emplazamientos europeos. Se trata de Bamberg y Feuerbach (Alemania), Tilburg (Países Bajos), Linz (Austria) y České Budějovice (República Checa).
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