El fabricante de aviones estadounidense Boeing ha reforzado la confianza del fabricante de taxis voladores eléctricos Wisk, al invertir otros 450 millones de dólares en su misión por construir un avión autónomo y eléctrico de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL), según informa Reuters. Wisk, con sede en California, ya es propiedad de Boeing y Kitty Hawk, empresa fundada por Larry Page.
Los eVTOL son la próxima gran novedad en materia de movilidad urbana. Mientras Elon Musk adopta el laborioso enfoque de perforar túneles bajo el suelo para moverse dentro de la ciudad, las startups se lanzan a los cielos para resolver el problema de la congestión en las carreteras.
La National Aeronautics and Space Administration (NASA) de EE.UU. les está ayudando a realizar pruebas de vuelo para sus conceptos de vehículos aéreos e incluso a experimentar con fuentes de combustible como el hidrógeno.
El taxi volador autónomo, que cuenta también con el respaldo de la NASA, podría convertirse en el primero en obtener su certificado para emprender el vuelo.
El fabricante de aviones Boeing está mirando esta oportunidad para innovar rápidamente en todos los dominios y llevar los aprendizajes en tecnología eléctrica, de materiales y de procesamiento a su cartera, informó Reuters. En 2019, Interesting Engineering había informado de cómo Boeing también se había asociado con el fabricante de automóviles Porsche para desarrollar soluciones de movilidad premium.
Las ideas en este espacio son abundantes y la competencia también se está calentando. Reuters informó que la mayoría de las startups apuntan al lanzamiento de sus servicios en 2024. Sin embargo, Boeing no tiene prisa, ya que pretende adelantarse a la primera generación de eVTOL y comenzar su andadura con taxis voladores totalmente autónomos.
De acuerdo con el informe de Reuters, esa sería la sexta generación de aeronaves de Wisk, aunque la compañía reclama el derecho a presumir de haber realizado el primer vuelo autónomo de pasajeros eVTOL en 2017.
Fuentes del sector indicaron a Reuters que probablemente Wisk tardará hasta 2028 en conseguir que las autoridades certifiquen su taxi volador autónomo, y los 450 millones de dólares de Boeing seguramente ayudarán mucho a conseguir este objetivo.
Además de ofrecer un servicio de taxi volador que pueda llevarte a la otra parte de la ciudad de forma autónoma y en poco tiempo, Boeing estaría seguramente interesada en aplicar los aprendizajes en materia de autonomía y propulsión eléctrica a su negocio de aviones en general.
El director de estrategia de Boeing, Marc Allen, no descartó otras colaboraciones de este tipo con startups que podrían ayudar a su negocio aeroespacial a transformarse ante las cambiantes demandas del transporte aéreo.
Mientras varias empresas trabajan para que los coches voladores sean una realidad, para algunos ya se ha retrasado.
Noticia tomada de: Interesting Engineering / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
Te puede interesar:
- La expansión mundial de los vehículos eléctricos de China y sus consecuencias para los metales
- Los 10 aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical más avanzados del mundo
- Los vehículos eléctricos más rápidos del 2021