El líder de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha amenazado con cortar el suministro de gas y el tránsito de mercancías a Europa si se imponen más sanciones por la escalada de la crisis migratoria en la frontera del país con Polonia.
El presidente bielorruso respondió así al anuncio hecho el miércoles por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de que el bloque ampliará sus sanciones al régimen de Lukashenko, acusando a Minsk de un “cínico juego de poder geopolítico” al canalizar a los migrantes hacia las fronteras de la UE en un intento de desestabilizarla.
La UE ha acusado a Bielorrusia de montar un “ataque híbrido” en su territorio al animar a miles de personas a intentar cruzar a Polonia. Afirma que los dirigentes del país los han atraído con la falsa promesa de una entrada fácil en la UE como parte de un “enfoque inhumano y de estilo mafioso”.
Miles de personas se encuentran en la frontera con Polonia, soportando condiciones gélidas con la esperanza de cruzar a la Unión Europea.
Los funcionarios de la UE han acusado a Bielorrusia de provocar la crisis para socavar su seguridad, acusación que niega. Como represalia, la UE está planeando un nuevo paquete de sanciones.
En consecuencia, el jueves el líder bielorruso advirtió: “Si nos imponen más sanciones… debemos responder”. “Estamos calentando a Europa, y ellos nos amenazan”, dijo, refiriéndose a un gasoducto ruso que pasa por Bielorrusia y llega a la UE.
“¿Y si interrumpimos el suministro de gas natural? Por eso, recomiendo a los dirigentes de Polonia, a los lituanos y a otros ‘cabezas huecas’ que piensen antes de hablar”, añadió.
Sus comentarios suscitaron nuevos temores ante el empeoramiento de la escasez de gas natural y el aumento de los precios en Europa.
Los precios del gas bajaron esta semana ante los indicios de que el gigante gasístico ruso Gazprom, empezó a llenar sus instalaciones de almacenamiento en Europa. Pero el jueves subieron, y la referencia europea ganó más de un 5%, hasta los 75,25 euros por megavatio hora.
¿Puede ser solo una amenaza?
El Comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni, dijo que el bloque “no debe dejarse intimidar” por las amenazas de Lukashenko. La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tikhanovskaya, que ahora vive en Lituania, acusó al Presidente de ir de “farol” con su ultimátum sobre el gas.
Es difícil saber hasta qué punto son realistas las amenazas de Alexander Lukashenko, que se ha caracterizado por sus extravagancias.
No se trata de una amenaza vacía, según Katja Yafimava, del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, que afirma que hay que tomar en serio a Lukashenko.
“El hecho de que estos gasoductos estén físicamente en territorio bielorruso da a Bielorrusia cierta influencia. Si la UE presiona demasiado a Bielorrusia, puede actuar en consecuencia”, dijo el Dr. Yafimava.
Esto podría hacer subir los precios del gas en toda Europa, incluido el Reino Unido, añadió.
La UE podría imponer más sanciones a Bielorrusia a partir del próximo lunes. Entre las posibles medidas se encuentra el aeropuerto de la capital, Minsk, para impedir que las aerolíneas internacionales que transportan inmigrantes aterricen allí.
La causa de la crisis
La amenaza de Lukashenko se produce en medio de la creciente preocupación internacional por la situación en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, donde se han reunido miles de inmigrantes en los últimos días.
Muchos de ellos han llegado a Bielorrusia por vía aérea desde países como Irak, Siria y Yemen, y las autoridades europeas afirman que la oleada está siendo orquestada por Minsk en un intento de desestabilizar a la UE.
Los migrantes, en su mayoría procedentes de Oriente Medio, son principalmente hombres jóvenes, pero también hay mujeres y niños. Están acampados en tiendas de campaña justo dentro de Bielorrusia, atrapados entre los guardias polacos por un lado y los bielorrusos por otro.
Figura 1. Miles de personas están en condiciones de congelación en la frontera polaca.
Las autoridades polacas dijeron el jueves que el día anterior varios cientos de migrantes habían intentado cruzar la frontera por la fuerza en la zona de Bialowieza.
Los expertos en tráfico de inmigrantes de Europol, el organismo internacional encargado de hacer cumplir la ley, están viajando a Polonia después de que Varsovia solicitara su ayuda, según la Comisión Europea.
Preguntado por las informaciones que apuntan a que Polonia está haciendo retroceder a los inmigrantes a través de la frontera, un portavoz de la Comisión dijo que los gobiernos deben actuar en consonancia con los “derechos fundamentales” y que Bruselas está “estudiando las opciones humanitarias y el retorno seguro de los inmigrantes a sus países de origen”.
Von der Leyen ha hablado de la situación con el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Rusia, por su parte, ha adoptado una postura cada vez más firme, acusando a la UE de alimentar un “desastre humanitario” por no dejar entrar a los migrantes.
El jueves, por segundo día consecutivo, Rusia envió bombarderos con capacidad nuclear al espacio aéreo bielorruso. Lukashenko dijo que la medida había sido acordada con Moscú. “Tenemos que vigilar constantemente la situación en la frontera”, añadió.
Los ministros de Defensa de Estonia, Letonia y Lituania afirmaron en una declaración conjunta que la situación en la frontera planteaba “serias amenazas para la seguridad europea”, advirtiendo del riesgo de “provocaciones e incidentes graves que podrían extenderse también al ámbito militar”.
El destino del oleoducto está en manos de Moscú
Según los analistas, hasta el 40% del gas de la UE procede de Rusia, y aproximadamente una quinta parte pasó por Bielorrusia en 2020.
Cuando Lukashenko dice que no se detendrá ante nada para proteger la “soberanía e independencia” de su país, es posible que intente poner en práctica sus amenazas. Sin embargo, cortar el tránsito de gas sería desastroso para la empobrecida economía bielorrusa, aunque Lukashenko ya ha tomado antes decisiones económicamente irracionales.
El tema también es una cuestión de política internacional. El gas que Lukashenko amenaza con cortar no es suyo, sino que pertenece a Rusia. Cualquier decisión sobre su destino se tomará en Moscú. Y la capital rusa es un lugar mucho más pragmático que Minsk.
Lukashenko no tiene ningún incentivo para discutir con el Kremlin; al fin y al cabo, su autoridad se sustenta en el apoyo financiero de Rusia.
El gasoducto Yamal-Europa, que es el principal que pasa por Bielorrusia, tiene capacidad para transportar 33.000 millones de metros cúbicos anuales a la Unión Europea.
Pero existen otras vías para que llegue el suministro de Gazprom a la UE, entre ellas el gasoducto South Stream, a través del mar Negro; el Turkstream, por Turquía; y el Nord Stream, a través del Báltico y que consta de dos tuberías, uno operativo con 55.000 millones de metros cúbicos anuales y otro, el Nord Stream 2, pendiente de certificar en plena polémica por la decisión alemana de evitar con ello el paso por Ucrania.
A juzgar por lo que Moscú ha dicho sobre el futuro del gasoducto Nord Stream-2, la cuestión del suministro de gas a Europa puede servir de palanca. Pero se trata de una cuestión de suministro, no de cerrarlo del todo.
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