La Casa Blanca podría invocar la Ley de Producción de Defensa tan pronto como esta semana para estimular una mayor producción nacional de materias primas para productos de tecnología de energía limpia y reducir la dependencia de Estados Unidos de las cadenas de suministro extranjeras.
El presidente Biden podría emitir una resolución presidencial para fomentar la producción nacional de minerales críticos utilizados para las baterías estacionarias de gran capacidad y las utilizadas en los vehículos eléctricos, según un funcionario familiarizado con el plan que habló bajo condición de anonimato porque no se ha anunciado formalmente.
La resolución abarcaría minerales como el litio, el níquel, el grafito, el cobalto y el manganeso, lo que permitiría a sus productores obtener ayuda con cargo al fondo del Título III de la Ley de Producción de Defensa.
Pero el funcionario dijo que la decisión presidencial no incluiría préstamos o compras directas de esos minerales, herramientas financieras comunes bajo el Título III. En su lugar, el gobierno financiaría estudios de viabilidad y modernizaciones en materia de productividad. El funcionario también dijo que la resolución mantendría “las normas ambientales, laborales y de compromiso tribal”.
Muchos ejecutivos de empresas de energías renovables y de vehículos eléctricos temen que la escasez de estos minerales pueda frenar el desarrollo de sus productos, pero muchos ecologistas se oponen a los proyectos antiestéticos y temen sus efectos perjudiciales a largo plazo.
“La extracción puede hacer más daño que bien”, dijo Bobby McEnaney, analista principal de tierras del Natural Resources Defense Council. “Es esencial que estas medidas no se exploten de manera que pasen por encima de las garantías de sentido común de las que todos dependemos para proteger a nuestras familias, comunidades y todo lo que sustentan”.
McEnaney reconoció que “el cambio a los vehículos eléctricos es una parte clave para romper nuestra dependencia del petróleo, hacer frente a la crisis climática, poner fin a nuestro apoyo a los petroestados beligerantes como Rusia y ayudar a nuestros aliados europeos a hacer lo mismo”.
Pero dijo que “lo importante ahora es que los suministros de estos minerales estratégicos se aseguren de forma fiable, duradera y sostenible. En lugar de limitarse a desenterrar o importar más, deberíamos empezar por mejorar la recuperación y la reducción de residuos a lo largo de las cadenas de suministro”.
La industria minera acogió con satisfacción los esperados comentarios del presidente.
“Aunque la esperada orden en sí puede tener un alcance limitado, la señal que envía a los mercados y al mundo es clara”, dijo Rich Nolan, presidente y director ejecutivo de la National Mining Association. “La cadena de suministro de minerales que impulsará la electrificación de nuestro sector del transporte y la transición energética no sólo está en peligro por una creciente y amenazante dependencia de las importaciones, sino que la ola de demanda de minerales que se avecina va a poner a prueba a todos los sectores de la economía y requiere una urgencia en la acción por parte del gobierno y la industria nunca antes vista.”
Nolan afirmó que se necesitan nuevas minas y plantas de procesamiento de minerales. “Lo que necesitamos es una política que garantice que podemos producirlos y construir las cadenas de suministro seguras y fiables que sabemos que debemos tener”, dijo.
“Siempre que un presidente arroja luz sobre un asunto como éste, independientemente de que acierte en todos los detalles, es útil”, dijo James D. Calaway, presidente de Ioneer, una empresa que pretende extraer y procesar litio en Nevada. “Estamos muy contentos de que eso ocurra”.
Calaway dijo que el anuncio de Biden podría tener un impacto en “algunos proyectos en fase inicial, pero para nosotros no cambiaría significativamente lo que ya tenemos bastante avanzado.” Dijo que su proyecto podría cuadruplicar la producción de litio en Estados Unidos y, en última instancia, proporcionar suficiente litio para 800.000 vehículos eléctricos.
Pero los esfuerzos de Ioneer por conseguir los permisos se han visto obstaculizados por una especie rara de flor silvestre llamada trigo sarraceno de Tiehm. En febrero, el Center of Biological Diversity (Centro de Diversidad Biológica) convenció al U.S. Fish and Wildlife Service (Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos) para que protegiera 910 acres de hábitat de la flor, diciendo que “Ioneer destruiría potencialmente casi todo el hábitat de la rara planta”.
Figura 1. El carbonato de litio de grado técnico sale de una cinta transportadora en la mina de litio de Silver Peak, cerca de Tonopah, Nevada, en 2017. El elemento es fundamental para el desarrollo de baterías recargables de iones de litio.
Sobre la Ley de Producción de Defensa
La Ley de Producción de Defensa fue aprobada por el Congreso en 1950 y firmada por el presidente Harry S. Truman durante la Guerra de Corea. En ella se otorgaba al presidente el poder de “dar forma a los programas de preparación para la defensa nacional y tomar las medidas oportunas para mantener y mejorar la base industrial nacional.” Anteriormente, las War Power Acts aprobadas en 1941 y 1942 otorgaron al presidente Franklin D. Roosevelt la autoridad para movilizar bienes y empresas durante la participación del país en la Segunda Guerra Mundial.
La Ley de Producción de Defensa otorga al presidente autoridad para “crear, ampliar o preservar” las capacidades de fabricación de los recursos industriales, las tecnologías y los materiales necesarios para satisfacer los requisitos de seguridad nacional, según el Departamento de Defensa.
Tanto Biden como el presidente Donald Trump invocaron la Ley de Producción de Defensa para ayudar en la respuesta a la pandemia y animar a las empresas farmacéuticas a concentrar sus esfuerzos.
Biden también se ha mostrado preocupado por la debilidad de la cadena de suministro estadounidense y la fuerte posición de China a nivel mundial, especialmente en lo que respecta a los paneles solares. Las empresas surcoreanas son líderes en el mercado de las baterías para vehículos eléctricos.
La invasión rusa de Ucrania no ha hecho más que poner de manifiesto la fuerte dependencia de los países europeos de los proveedores rusos de petróleo y gas, lo que ha desencadenado una grave crisis energética. Los miembros de la Unión Europea dependen colectivamente de Rusia para aproximadamente el 40% de sus suministros de gas natural y más de una cuarta parte de su petróleo. En general, el petróleo ruso representó el año pasado alrededor del 3% del consumo en Estados Unidos, que ha bloqueado todas las importaciones procedentes de Rusia.
Noticia tomada de: The Washington Post / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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