La administración del presidente Joe Biden, dijo el martes que suspendería los arrendamientos de petróleo y gas que se entregaron en un refugio de vida silvestre de Alaska durante los últimos días de la administración Trump en espera de una revisión ambiental.
La acción revierte uno de los esfuerzos emblemáticos del expresidente Donald Trump para expandir el desarrollo de combustibles fósiles en los Estados Unidos y significa un revés para el gobierno del estado de Alaska, que esperaba que la apertura del enorme refugio ayudara a revivir su declinante industria petrolera.
El Departamento del Interior del entonces presidente Trump vendió, en enero de este año, los arrendamientos en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico (Arctic National Wildlife Refuge – ANWR) a pesar de las objeciones de los ambientalistas y los grupos indígenas.
Durante su campaña, Biden se había comprometido a proteger el inmaculado hábitat de 19,6 millones de acres (8 millones de hectáreas) para osos polares, caribúes y aves migratorias.
La asesora climática nacional de la Casa Blanca, Gina McCarthy, dijo que Biden estaba “agradecido por la rápida acción del Departamento del Interior” y dijo que la subasta apresurada de arrendamientos de petróleo y gas de la administración Trump en el refugio “podría haber cambiado para siempre el carácter de este especial lugar”.
La revisión, que examinará las “deficiencias legales” en el análisis ambiental del arrendamiento de la administración anterior en ANWR, determinará si los arrendamientos se mantendrán, se anularán o estarán sujetos a medidas de mitigación, se lee en el comunicado.
El programa de arrendamiento de ANWR ya es objeto de demandas por parte de grupos ambientales e indígenas que alegan que la administración Trump violó la ley federal al realizar un análisis ambiental defectuoso que no consideró adecuadamente su impacto en la vida silvestre y los nativos.
El Departamento del Interior de Biden dijo que había notificado a los arrendatarios, que incluyen a una agencia estatal de Alaska.
La Autoridad de Exportación y Desarrollo Industrial de Alaska, que posee siete de los arrendamientos de ANWR, dijo que estaba decepcionada por la decisión y que no tenía ninguna razón para creer que el análisis ambiental subyacente de la subasta fuera inadecuado.
Diferentes puntos de vista
La acción es el último esfuerzo de Biden para restringir las actividades de petróleo y gas en tierras públicas, parte de una agenda más amplia para descarbonizar la economía de Estados Unidos y combatir el cambio climático.
La administración estadounidense también ha detenido todos los nuevos arrendamientos de petróleo y gas en tierras y aguas federales, que fuente de una cuarta parte del petróleo del país.
Los funcionarios de Alaska expresaron su indignación y dijeron que el arrendamiento en ANWR era un requisito de una ley de 2017 que abrió el desarrollo de petróleo y gas en la región.
“Nuestros arrendamientos de petróleo y gas son válidos y el gobierno federal no puede retirarlos”, dijo el gobernador de Alaska, Mike Dunleavy, en un comunicado.
El gobernador de Alaska dijo que se opone a este asalto a la economía de la región y que utilizará todos los medios necesarios para deshacer esta atroz extralimitación federal.
El profesor de la Facultad de Derecho de Columbia, Michael Gerrard, calificó la medida de “prudente” dadas las dudas sobre si los contratos de arrendamiento se otorgaron legalmente, pero dijo que el asunto podría terminar en los tribunales.
Los grupos ecologistas e indígenas con sede en Alaska que demandaron para detener la venta de arrendamiento aplaudieron la medida.
“Esperamos trabajar con la administración en una acción más firme para corregir este programa de arrendamiento ilegal y preservar una de las tierras públicas más majestuosas de nuestra nación”, dijeron grupos como Alaska Wilderness League y el Comité Directivo de Gwich’in en un comunicado conjunto.
La primera venta de terrenos en el refugio, realizada dos semanas antes de que Trump dejara el cargo en enero, recibió un interés limitado de la industria del petróleo y el gas y generó altas ofertas de solo US$ 14,4 millones.
En última instancia, se emitieron arrendamientos para nueve extensiones que cubren unos 1.740 kilómetros cuadrados (430.000 acres), dijo el Departamento del Interior.
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