Se prevé que el hidrógeno desempeñe un papel importante en los mercados energéticos mundiales durante las próximas décadas, reemplazando una gran parte de la demanda de petróleo.
En declaraciones a CNBC el viernes, el director de investigación temática global de Bank of America, Haim Israel, aseveró que si bien, aún se necesitaría del petróleo y gas en el futuro, la demanda se estaba acercando a un pico. “Creemos que está llegando a su punto máximo en esta década, es pronto, mucho más de lo que todos piensan”.
Israel enumeró varios factores que afectarían la demanda de petróleo y el gas en el futuro, incluida la energía renovable más barata, las regulaciones y la electrificación de los automóviles.
El hidrógeno absorberá el 25% de toda la demanda de petróleo para el 2050, todavía será necesario, pero la participación de mercado del petróleo se desplomará.
Como señaló el Departamento de Energía de Estados Unidos, el hidrógeno “es un portador de energía, no una fuente de energía”, lo que significa que es una fuente de energía secundaria como la electricidad.
El Departamento de Energía agrega que el hidrógeno “puede entregar o almacenar una enorme cantidad de energía” y “puede usarse en celdas de combustible para generar electricidad, o energía y calor”.
El auge del hidrógeno
El hidrógeno es otra área que comienza a ganar impulso. La UE ha establecido planes para instalar 40 gigavatios de electrolizadores de hidrógeno renovable y producir hasta 10 millones de toneladas métricas de hidrógeno renovable para el año 2030.
El hidrógeno se puede producir de varias formas. Uno incluye el uso de electrólisis, con una corriente eléctrica que divide el agua en oxígeno e hidrógeno. Si la electricidad utilizada en el proceso proviene de una fuente renovable como el viento, entonces se denomina hidrógeno “verde” o “renovable”.
Por el momento, la gran mayoría de la generación de hidrógeno se basa en combustibles fósiles. No obstante, en los últimos años se han visto implicadas importantes empresas como Repsol, Siemens Energy y BP en proyectos relacionados con la producción de “hidrógeno verde”.
A principios de esta semana, se anunció que una filial del gigante industrial alemán Thyssenkrupp se había adjudicado un contrato de ingeniería para llevar a cabo la instalación de una planta de electrólisis de agua de 88 megavatios para Hydro-Québec. La electricidad para este proyecto provendrá de energía hidroeléctrica.
Unos días después, el miércoles, la empresa de energía danesa Orsted dijo que estaba avanzando con los planes para desarrollar un proyecto de demostración que aprovechará la energía eólica marina para producir hidrógeno verde.
La Agencia Internacional de Energía dice que la producción mundial de hidrógeno dedicado asciende a aproximadamente 70 millones de toneladas métricas por año, y afirma que la demanda continúa creciendo, habiendo aumentado “más del triple” desde 1975.
Según la IEA, menos del 0,1% de la producción mundial de hidrógeno dedicada hoy en día proviene de la electrólisis del agua.
Época de cambios
En los últimos años, gobiernos y empresas de todo el mundo han anunciado objetivos para reducir su huella medioambiental y alejarse de los combustibles fósiles.
Si se quiere alcanzar los ambiciosos objetivos de cero emisiones en las próximas décadas, la combinación energética mundial deberá ver un cambio significativo hacia fuentes renovables y bajas en carbono, lo que constituye una empresa titánica.
Tanto el Reino Unido como la Unión Europea, por ejemplo, tienen como objetivo cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050.
El cambio de paradigma para las petroleras
El director de investigación de Bank of America enfatizó la importancia de la diversificación para las empresas involucradas en combustibles fósiles. Para Bank of America, las grandes petroleras necesitan pensar de manera diferente. Deben pensar, en lo sucesivo, ya no en el “Big Oil” sino en “Big Energy”, para poder enfocarse en las renovables y diversificar sus fuentes.
Las grandes petroleras deben modificar su visión estratégica y redefinirse como empresas de energía, pasar del Big Oil al Big Energy.
En una señal de cómo las cosas pueden estar empezando a cambiar, una serie de grandes empresas de energía, que, cabe señalar, siguen siendo grandes actores en el petróleo y el gas, ahora están aumentando la inversión en energías renovables como la solar y la eólica.
En septiembre pasado, se anunció que BP había acordado adquirir participaciones del 50% en proyectos de energía renovable como Empire Wind y Beacon Wind de la noruega Equinor. El acuerdo de US$ 1.100 millones se cerrará a principios de 2021.
Cuando esté completamente en funcionamiento, Equinor dice que los proyectos Empire Wind y Beacon Wind, que se ubicarán en aguas frente a la costa este de los Estados Unidos, podrán alimentar cada uno a más de 1 millón de hogares.
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