La empresa estadounidense de servicios petrolíferos Baker Hughes ha firmado un contrato para desarrollar un nuevo proyecto en Irak destinado a captar 200 millones de f3/d de gas quemado para la generación de energía.
El acuerdo se produce en un momento en que Bagdad quiere reducir su dependencia de las importaciones de gas de Irán.
El proyecto consiste en la construcción de plantas modulares de procesamiento de gas en los yacimientos petrolíferos de Nassiriya y Gharaf, en la provincia meridional de Dhi Qar, para tratar hasta 200 millones de f3/d de gas que, de otro modo, se quemaría, según ha informado hoy el Ministerio de Petróleo.
Firmado con la empresa estatal South Gas Company, el acuerdo se produce más de tres años después de que Baker Hughes acordara construir una planta de procesamiento de líquidos de gas natural en Nassiriya en 2017.
El Ministerio de Petróleo dijo que Baker Hughes comenzó los preparativos para el diseño, la fabricación y la construcción a principios de este año y que ahora está previsto que el proyecto se complete a mediados de 2024. El gas capturado se utilizará para la producción de energía, mientras que el GLP y el condensado satisfarán la demanda nacional de gas para cocinar, y los excedentes se exportarán.
A pesar de ser el segundo mayor productor de petróleo de la Opec, Irak también tiene uno de los peores registros del mundo en cuanto a la quema de gas asociado, quemando 17.370 millones de m3 en 2020, según el Banco Mundial.
Al carecer de la infraestructura necesaria para captar y utilizar su gas, el país ha dependido de su vecino Irán para importar energía y gas.
Pero éstas se han visto interrumpidas en el último año debido a las dificultades financieras de Irak. En septiembre, Irán cortó el suministro de gas a Irak por segunda vez en un año debido a las crecientes deudas, lo que provocó la pérdida de más de 5GW de energía en la frontera con Irak.
La continuidad de las importaciones de electricidad y gas de Irán está condicionada a que Irak obtenga exenciones de sanciones por parte de Estados Unidos. La última exención se concedió por un periodo de 120 días, hasta el 27 de noviembre, y Bagdad está presionado por Washington para que reduzca su dependencia de Irán.
La situación ha centrado la atención del Ministerio de Petróleo en aumentar su propia producción de gas. A principios de este mes, la francesa TotalEnergies firmó un acuerdo de 27.000 millones de dólares para invertir en cuatro proyectos energéticos con problemas, entre los que se incluye una instalación para tratar el gas asociado capturado de una serie de yacimientos petrolíferos del sur. La instalación procesará hasta 600 millones de pies cúbicos/día repartidos en dos fases, suministrando 1,5 GW de energía en la primera fase y 3 GW en la segunda.
Noticia tomada de: Argus Media / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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