El gobierno federal australiano considera que hay tres obstáculos principales para el desarrollo de la estrategia de hidrógeno del país, como son la creación de una demanda de este combustible y sus derivados, la consecución de una producción de bajo coste a escala y la reducción de los costes de suministro, según el primer informe de progreso de Canberra sobre su estrategia de hidrógeno, presentado en 2019.
El gobierno federal y los seis gobiernos estatales del país han esbozado sus respectivos planes sobre el hidrógeno como parte de la transición energética de los combustibles fósiles a los de menor intensidad de gases de efecto invernadero (GEI), como el hidrógeno. Australia es el mayor exportador mundial de GNL y el segundo proveedor de carbón térmico.
“Como cualquier industria incipiente, habrá desafíos, y es de esperar que los indicadores del lado de la demanda avancen más lentamente que los del lado de la oferta. Llevará tiempo reducir los costes y crear cadenas de suministro para la exportación”, declaró el ministro australiano de Energía, Angus Taylor, en el informe State of Hydrogen 2021.
La adopción generalizada del hidrógeno limpio en todo el mundo requerirá un esfuerzo sostenido para compensar los tres principales obstáculos a los que se enfrenta la industria en todo el mundo, no sólo en Australia, como son la creación de demanda, la producción de hidrógeno de bajo coste a escala y la reducción de los costes de suministro.
Los gobiernos australianos se están centrando en cómo aumentar la demanda de productos de hidrógeno en Australia, y la estrategia establece el camino para lograr su visión.
El sector privado se ha comprometido a invertir más de 1.600 millones de dólares australianos (1.140 millones de dólares) en proyectos de hidrógeno en Australia, y la inversión del sector público alcanzará los 1.270 millones de dólares en junio de 2021, según el informe. Los anuncios de proyectos indican que la escala podría alcanzar más de 100MW en 2025.
Se espera que el coste de producción de hidrógeno limpio en Australia en 2025 sea de entre 2,30 y 5 dólares australianos/kg, dependiendo del método de producción, frente a los 5 dólares australianos/kg actuales. En 2030 se calcula que costará entre 2 y 4 dólares australianos/kg, según el informe. Los principales factores de coste son los costes de capital y de electricidad. Los costes de producción de hidrógeno renovable podrían descender por debajo de los 2 dólares australianos/kg después de 2030 si los electrolizadores y la energía renovable se abaratan lo suficiente, según el informe.
El tamaño medio de los electrolizadores en funcionamiento en todo el mundo era de aproximadamente 1,1MW el año pasado, según el informe. Sin embargo, a principios de 2021 entró en funcionamiento la planta de 20MW de Air Liquide, en Canadá, con un electrolizador de membrana de electrolito polimérico de cuatro módulos. El mayor electrolizador operativo de Australia es el proyecto de 1,25MW de Hydrogen Park, en el sur del país. El gobierno australiano ha financiado tres proyectos de electrolizadores de 10MW cada uno, que se espera que entren en funcionamiento en un futuro próximo.
Según el informe, las prioridades futuras del gobierno australiano son ayudar a reducir el coste de la producción de hidrógeno para alcanzar el objetivo de 2 dólares australianos por kilo y seguir trabajando a nivel internacional para establecer relaciones de exportación.
Noticia tomada de: Argus Media / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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