El Parlamento australiano ha aprobado una ley de seguridad del combustible que proporcionará unos 1.800 millones de dólares de financiación para mantener operativas las dos refinerías de petróleo que quedan en el país durante al menos los próximos seis años.
La Ley de Seguridad del Combustible 2021 ha sido aprobada recientemente por el Parlamento, según ha informado el Ministerio de Energía australiano. Los pagos de los servicios de seguridad del combustible, que ascienden a un total de 2.050 millones de dólares australianos (1.550 millones de dólares), comenzarán a efectuarse a las refinerías a partir del 1 de julio.
La legislación también prevé una financiación de 51 millones de dólares australianos para establecer una obligación de mantenimiento de existencias mínimas (Minimum Stockholding Obligation, MSO, por sus siglas en inglés) para la gasolina, el gasóleo y el combustible para aviones. La obligación mínima de almacenamiento entrará en vigor en julio de 2022, y se prevé un aumento del 40% de las existencias de gasóleo a partir de mediados de 2024, según el Ministerio de Energía, sin dar más detalles.
El pago máximo de apoyo a las refinerías se fija en 1,8¢/litro cuando los márgenes de las refinerías caen a 7,30 dólares australianos por barril, y no hay pagos si los márgenes alcanzan los 10,20 dólares australianos por barril.
La financiación se utilizará para mantener abierta la refinería Lytton de 109.000 b/d en Brisbane, Queensland, hasta al menos 2027.
El operador de la refinería, Ampol, se ha comprometido a repartir a partes iguales con Canberra una inversión de 250 millones de dólares australianos necesaria para modernizar Lytton a fin de que pueda procesar gasolina de bajo contenido en azufre.
La refinería de Geelong (Victoria), de 128.000 barriles diarios, explotada por la empresa Viva Energy, ha recibido un paquete de financiación similar para mejorar las especificaciones del combustible y mantener su funcionamiento.
La decisión del Gobierno de conceder ayudas estatales se produce tras el cierre, a finales de marzo, de la refinería de Kwinana de BP, situada en Perth (Australia Occidental), con una capacidad de 146.000 barriles diarios, y el cierre pendiente de la refinería de Altona de ExxonMobil, situada en Melbourne (Victoria), con una capacidad de 90.000 barriles diarios.
Con ello, el total de cierres de capacidad de refino en Australia desde 2013 será de más de 570.000 b/d, lo que equivale a más de la mitad de la demanda de petróleo del país, que es de aproximadamente 1 millón de b/d.
La legislación también incluye hasta 302 millones de dólares australianos de financiación para la mejora de las refinerías con el fin de producir combustibles con menos azufre para 2024.
Noticia tomada de: Argus Media / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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