Argentina se encuentra en una posición única. Con vastos recursos de litio y una historia de exportación de este mineral, el país está preparándose para aumentar significativamente su producción y exportación de litio.
Esta decisión viene en un momento en que el mercado de litio se enfrenta a una superproducción, lo que podría llevar a una disminución en los precios y a una mayor competencia entre productores.
Argentina es el cuarto productor mundial de litio y, junto con Chile y Bolivia, forma parte del llamado «triángulo del litio» de Sudamérica.
En la actualidad, Argentina sólo cuenta con dos minas en explotación y produce unas 34.000 toneladas anuales de carbonato de litio equivalente (LCE), según datos publicados por Mining.com, lo que la sitúa en el cuarto puesto mundial, por detrás de Australia, Chile y China.
Sin embargo, la situación está a punto de cambiar, con cuatro nuevos proyectos que se pondrán en marcha en las próximas semanas y meses, mientras el Presidente Libertario Javier Milei impulsa profundas reformas económicas.
Construidos en lagos salados enclavados en la cordillera de los Andes, los proyectos aumentarán la capacidad anual a 202.000 toneladas métricas de carbonato de litio, según Bloomberg.
De acuerdo con Mining.com, las autoridades mineras argentinas prevén triplicar la capacidad hasta 260.000 toneladas métricas en 2027.
Si esto sucede, será una adición significativa a un mercado con exceso de oferta, ya que Bloomberg Intelligence proyecta que la producción mundial será de 1,4 millones de toneladas este año. Argentina tiene la mayor reserva de litio del mundo, con docenas de proyectos en estudio.
Precios y sobreoferta
Los precios del carbonato de litio cayeron por debajo de los 12.650 dólares por tonelada en julio, su nivel más bajo desde 2021, ya que el excedente de materia prima para los fabricantes de baterías de vehículos eléctricos sigue deprimiendo los precios.
En los últimos años, los productores de litio han ampliado rápidamente su capacidad y han seguido a la caza de nuevas reservas, magnificando las expectativas de exceso de oferta en medio de las consecuencias del exceso de baterías gracias a los subsidios gubernamentales.
Además, Chile, el mayor productor mundial de litio, ha señalado que pretende duplicar su producción en la próxima década.
También China se enfrenta a una tormenta de aranceles por parte de países occidentales, entre ellos EE.UU. y la UE, un viento en contra que podría reducir considerablemente las importaciones de vehículos eléctricos de China.
El Instituto Kiel para la Economía Mundial ha pronosticado que un arancel del 20% impuesto por la UE reduciría las importaciones chinas de vehículos eléctricos en un 25%. Aunque esto se compensaría en parte con una mayor producción en Europa, los fabricantes de automóviles europeos tendrían dificultades para cubrir el déficit.
El mes pasado, Turquía impuso aranceles del 40% a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China, sumándose así a Estados Unidos y la UE.
El arancel adicional se fijará en un mínimo de 7.000 dólares por vehículo, y entrará en vigor a partir del 7 de julio, según ha revelado una decisión presidencial publicada en el Boletín Oficial del país.
Como muchos de sus homólogos occidentales, Estambul está preocupada por la afluencia de vehículos eléctricos chinos más baratos, y el arancel pretende proteger a sus fabricantes nacionales de automóviles.
En definitiva, la apuesta de Argentina por aumentar su producción de litio llega en momentos cuando el mercado está con exceso de oferta del mineral y los vehículos eléctricos no están en su mejor momento, principalmente en China, el mayor fabricante de estos vehículos.