La subida de los precios de la energía, que ha provocado una crisis energética, parece haber llegado para quedarse, beneficiando tanto a los perforadores como a los países productores de hidrocarburos, lo que es un buen indicador para el incipiente auge del petróleo y el gas shale en Argentina.
Se estima que la formación de esquisto (shale) de Vaca Muerta. de 7,4 millones de acres, que abarca las provincias de Neuquén, Mendoza, Río Negro y La Pampa, contiene recursos de shale oil técnicamente recuperables de 16.000 millones de barriles y 308 billones de pies cúbicos de gas natural, lo que la convierte en el segundo mayor recurso de gas shale del mundo.
La formación shale de Vaca Muerta es el cuerpo geológico clave para lo que se perfila como un inmenso auge de los hidrocarburos para Argentina.
La fuerte caída de los precios de la energía amenazaba la urgente necesidad de desarrollar Vaca Muerta. Esto se debe a que la formación tiene un precio medio de equilibrio de 55 dólares por barril para los nuevos proyectos y de 40 a 50 dólares por barril para las operaciones existentes.
La referencia internacional Brent ha ganado un 64% desde el inicio de 2022, mientras que el gas natural se ha disparado un sorprendente 105%, lo que ha supuesto una bendición para una industria petrolera mundial abatida por una prolongada caída de precios de siete años.
En un entorno en el que el Brent cotizaba a menos de 50 dólares por barril, como ocurrió durante 2020, era difícil atraer la inversión necesaria para desarrollar efectivamente Vaca Muerta. Esto amenazaba la reactivación económica prevista por el gobierno nacional, que iba a ser alimentada por la producción de hidrocarburos de la formación de shale.
Por ello, Buenos Aires puso en marcha una serie de medidas, entre ellas el establecimiento de un precio mínimo para el crudo, con el fin de asegurar la inversión adicional necesaria para desarrollar Vaca Muerta.
La formación shale también tiene el potencial de impulsar significativamente el suministro de energía mundial, lo que hace que su desarrollo sea crucial para resolver la crisis actual, que se desencadenó por una confluencia de eventos, en particular la falta de inversión desde el desplome del precio del petróleo en 2015.
Importante aumento de producción en Argentina
Los datos del Ministerio de Economía muestran un notable crecimiento de la producción de hidrocarburos desde aproximadamente mediados de 2021. Para abril de 2022, Argentina bombeó un promedio de 609.439 barriles diarios de crudo, que a pesar de ser un 2% menor mes a mes, fue un impresionante 21% mayor que para el mismo período del año anterior.
La producción de gas natural, de 858.166 barriles diarios equivalentes de petróleo, disminuyó un 1,8% respecto al mes anterior y un 1,5% en términos interanuales.
La producción total de hidrocarburos a nivel nacional fue de casi 1,5 millones de barriles equivalentes de petróleo para abril de 2022, que aunque fue un 2% inferior a la de marzo, fue un notable 6,8% superior a la de un año antes.
Para abril de 2022, el 41% de la producción de petróleo y el 53% de la de gas natural procedían de operaciones no convencionales, frente al 30% y el 37% de un año antes.
Estas cifras subrayan el desarrollo en curso de las operaciones en Vaca Muerta y la importante expansión del petróleo y el gas natural de esquisto en el juego no convencional. También muestran que las operaciones y la producción de hidrocarburos de Argentina han vuelto a los niveles anteriores a la pandemia.
El fuerte crecimiento de la producción observado en los dos últimos años puede atribuirse a un aumento significativo de la inversión, que se verá estimulada aún más por los recientes repuntes de los precios del petróleo y el gas natural.
Los últimos acontecimientos, con el Brent cotizando a más de 119 dólares el barril, han hecho que varias empresas energéticas que operan en Vaca Muerta anunciaran a principios de este año sus planes de acelerar las inversiones en la formación shale.
Entre ellas, la petrolera nacional argentina YPF, propiedad del gobierno argentino en un 51%, anunció sus planes de aumentar su plan de inversión de 3.700 millones de dólares para 2022 en respuesta a unos precios del petróleo mucho más altos de lo esperado. Según la empresa, es probable que se produzca una mayor actividad de exploración y desarrollo con vistas a ampliar la producción de hidrocarburos.
El recuento de equipos de perforación de Argentina también está aumentando de forma constante desde que tocó un mínimo de ningún equipo activo en abril de 2020 durante la pandemia de COVID-19. Según los datos de Baker Hughes, a finales de mayo de 2022 había 50 equipos de perforación activos.
Esto es un claro indicador de la actividad en la zona petrolífera de Argentina, especialmente en la formación shale de Vaca Muerta, que está aumentando a un ritmo constante.
Vaca muerta: mayor inversión y mejora técnica
A principios de junio de 2022, YPF anunció su intención de ampliar su programa de perforación. Para ello, la petrolera nacional perforará dos pozos salvajes en Mendoza, los primeros de este tipo en la sección norte de Vaca Muerta, y si tienen éxito se perforarán otros 150 pozos en dos bloques de la zona. Estos avances indican que la producción de petróleo y gas natural de Argentina seguirá creciendo a un ritmo impresionante.
El aumento de las inversiones, la mejora de las técnicas de perforación y la construcción de infraestructuras críticas en Vaca Muerta, como el gasoducto de 563 km que conecta la formación con Buenos Aires, harán que los precios de equilibrio bajen.
YPF cree que una combinación de tecnología, mejora de la infraestructura y experiencia en perforación hará que los precios de equilibrio caigan hasta 30 dólares por barril, haciendo que la formación sea competitiva con el shale oil de Estados Unidos y otras jurisdicciones latinoamericanas.
Esto atraerá más inversiones, sobre todo si se tiene en cuenta que el crudo es ligero y dulce, con una gravedad API de 40 a 45 grados y un contenido de azufre inferior al 0,5%. Eso hace que sea más fácil y barato de refinar, al tiempo que le confiere una baja huella de carbono en comparación con muchos otros grados de petróleo producidos en América Latina.
Estas cualidades han hecho que la mezcla líder de crudo de Argentina, Medanito, se haga popular entre los mercados energéticos mundiales, con cargamentos que se envían a la costa oeste de Estados Unidos y a Europa.
A finales de mayo de 2022, Buenos Aires anunció que iba a suavizar los controles de divisas para la industria petrolera en un intento de atraer más inversiones y reforzar la producción.
Sólido impulso a la economía de Argentina
Los analistas del sector estiman que Argentina podría bombear un millón y 1,7 millones de barriles de petróleo equivalente y gas natural, respectivamente, en 2026. Esto convertiría a este país, que atraviesa una crisis económica, en un productor de petróleo de primer orden capaz de exportar aproximadamente la mitad del crudo y el gas natural que produce.
Este desarrollo, si se concreta, dará un sólido impulso a la economía. También compensará cualquier déficit de suministro provocado por la falta de actividad de perforación en Norteamérica, al tiempo que ampliará el suministro mundial de gas natural en un momento crucial, ya que la mezcla de hidrocarburos gaseosos es un combustible crucial para la transición energética limpia.
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