El gobierno de la Argentina le urge cada vez más retomar el floreciente auge petrolero que se estaba gestando antes de la pandemia de COVID-19. La nación austral ha sido una de las más afectadas de la región, a pesar que actuó tempranamente y con decisión para intentar frenar la propagación de virus.
La nación ya enfrentaba una gran crisis económica, con un alto nivel de inflación y déficit fiscal. Muchas de las reformas en favor de las empresas emprendidas por el anterior presidente, Mauricio Macri, incluida la eliminación de subsidios complejos, tuvieron poco efecto y fueron en parte responsables de que la economía volviera a entrar en crisis.
En el 2018, el presidente Macri se vio obligado a acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) y pedir un paquete de rescate, que con US$ 57 mil millones fue el préstamo más grande jamás otorgado por la institución.
En mayo de 2020, Buenos Aires volvió a incumplir con su deuda soberana, la segunda vez que lo hace en este siglo.
Esos acontecimientos, que se aunaron a la rápida devaluación de la moneda y una inflación vertiginosa, así como las consecuencias de la pandemia, han golpeado duramente a la economía argentina.
El FMI predice que el PIB de Argentina se contraerá un 12% durante 2020, lo que subraya la urgencia con la que Buenos Aires necesita revitalizar el sector de hidrocarburos e impulsar la economía.
La inflación ha caído casi un 2% mes a mes, sin embargo, en septiembre de 2020 llegó a 46.6%.
El shale de Vaca Muerta
El shale oil de Vaca Muerta, una formación geológica ubicada en la Cuenca Neuquina en la Patagonia, es considerada por el gobierno como una solución milagrosa para sus vastos problemas económicos.
El Servicio Geológico de los EE. UU. estima que contiene más de 14 mil millones de barriles de petróleo y 38 billones de pies cúbicos de gas natural, lo que denota la enorme riqueza de hidrocarburos que estaría a la espera de ser liberada.
El auge del petróleo y el gas natural en Vaca Muerta, que ya enfrentaba condiciones desfavorables, se detuvo efectivamente con la caída del precio del petróleo de marzo de 2020 y la pandemia de COVID-19.
Para abril de 2020, los datos del recuento de equipos de perforación de Baker Hughes no mostraban ningún equipo de perforación operativo en Argentina y, a fines de septiembre, solo había 16 equipos de perforación, menos de un tercio de los 55 equipos de perforación comparados con el mismo periodo de 2019.
Por el número de equipos de perforación operativos, está muy por debajo de los niveles anteriores a COVID-19, el reciente incremento indica que se está produciendo un repunte tentativo en la actividad.
Algunas medidas para reactivar el sector petrolero
Durante mayo de 2020, Buenos Aires implementó un precio mínimo de venta interno de US$ 45 por barril mientras el Brent se mantenga por debajo de ese precio. Si el precio del petróleo de referencia internacional excede los US$ 45 por barril durante 10 días consecutivos, entonces se anula y el petróleo se vende en el mercado.
El presidente Fernández ha introducido varias medidas para atraer inversiones y reanimar la actividad en el sector energético, en particular, en Vaca Muerta.
El gobierno nacional también eliminó el impuesto de exportación del 8% sobre el petróleo crudo y los productos refinados mientras el precio del Brent esté por debajo de los $ 45 por barril.
El Secretario de Energía de Argentina, Darío Martínez, declaró que Buenos Aires se ha comprometido con un programa de subsidios de US$ 5.1 mil millones de cuatro años para perforadores como mecanismo para promover la exploración y producción en el la zona de Vaca Muerta.
Se espera que estas medidas atraigan la inversión adicional necesaria para impulsar significativamente la producción de petróleo y gas natural.
Alto costo de equilibrio en Vaca Muerta
A pesar del notable repunte mes a mes en las plataformas operativas, la producción de petróleo de Argentina en septiembre de 2020 cayó un 0.44% a un promedio de 470,347 barriles diarios, mientras que el gas natural subió un insignificante 0.6% a 794,936 barriles de petróleo equivalente al día.
Eso indica que la actividad en la zona petrolera de Argentina permanece en recesión. Una razón clave para esto son los altos costos de equilibrio, ya que se estima que las operaciones en Vaca Muerta se equilibran entre US$ 45 y US$ 50 por barril Brent, y los nuevos desarrollos requieren más de US$ 50 por barril para alcanzar el equilibrio (breakeven).
Un tema clave para Buenos Aires es que muchas otras regiones en América del Sur tienen precios de equilibrio mucho más bajos y se perciben con menor riesgo geopolítico.
Esto incluye a Guyana y Brasil, donde la producción, según el Instituto Nacional de Gobernanza de Recursos (National Resource Governance Institute), alcanza un equilibrio entre US$ 35.70 en Guyana, mientras que en Brasil está entre US$ 28.45 y US$ 45.50.
Las decisiones políticas
La nacionalización en 2012 de la petrolera YPF por parte de la ex presidenta y ahora vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner todavía pesa sobre la reputación de Argentina entre los inversores extranjeros.
Datos del gobierno argentino muestran que la industria petrolera nacional, luego de excluir a la petrolera nacional YPF, ha atraído inversiones por US$ 4,100 millones en lo que va de 2020, lo que representa US$ 683 millones menos que el año 2019.
En lo que resta de 2020, esas inversiones pudieran incrementar, especialmente luego de las últimas medidas anunciadas por el gobierno.
Esas cifras destacan que las perspectivas para la industria petrolera argentina son mixtas. Una mayor inversión es una señal positiva, al igual que el número de plataformas en constante aumento, pero la producción de petróleo y gas natural sigue siendo débil.
Buenos Aires busca impulsar la inversión en el sector de hidrocarburos de Argentina en US$ 5 mil millones y reducir significativamente la dependencia de las importaciones de gas natural, que según Reuters podría ahorrar US$ 5,600 millones y aumentar la recaudación de impuestos en US$ 2,500 millones.
Esas cifras subrayan los considerables beneficios económicos para Argentina si se puede levantar la actividad en Vaca Muerta, lo que lleva a una mayor producción de petróleo y gas natural.
Poco probable
Según un artículo publicado por Argus Media, la perforación del gobierno regional de Neuquén, donde se encuentra Vaca Muerta, volverá a los niveles previos a la pandemia para marzo de 2021.
Esto es difícil de que ocurra a menos que haya un repunte sostenido del precio del petróleo y el Brent alcanza los US$ 60 por barril en el 2021.
Cifras provenientes del Banco Mundial y la Administración de Información de la energía (EIA) de EE. UU. predicen que durante 2021 el petróleo promediará US$ 44 y US$ 47 por barril, respectivamente.
Por lo cual, es poco probable que la producción vuelva a esos niveles, particularmente con el regreso de los bloqueos en Europa, donde incluso muchas instituciones pronostican un precio promedio del petróleo de menos de US$ 50 para el próximo año.
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