Ahora que Ford y GM están uniendo fuerzas con Tesla en la infraestructura de carga, la balanza de la industria parece estar inclinándose hacia un estándar aceptado: El puerto North American Charging Standard (NACS) de Tesla.
Junto con Ford y GM, el estándar de Tesla representa ya el 72% del mercado estadounidense. Su competidor más cercano, el CCS, recibe la desafortunada comparación con el HD DVD, el ya desaparecido formato de vídeo de hace años que sucumbió ante el formato Blu-Ray.
Con el acuerdo de estos dos gigantes de la industria para usar ese estándar de carga, es un poco como si Samsung dijera que usará el cargador lightning de Apple en sus teléfonos. Sin embargo, el gobierno de EE.UU. sigue sin conceder fondos federales al formato CCS.
A pesar de que el financiamiento federal actual favorece el formato CCS, existe flexibilidad para que el NACS cumpla las normas mínimas de financiamiento gubernamental, lo que facilita aún más el camino para aumentar la infraestructura.
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Robyn Patterson, portavoz de la Casa Blanca, declaró a The Verge que existen unos estándares mínimos que los cargadores deben cumplir para obtener financiamiento, pero que NACS podría alcanzar este umbral: “Esas normas dan flexibilidad para añadir tanto CCS como NACS, siempre que los conductores puedan contar con un mínimo de CCS”.
El principal analista de investigación de Guidehouse Insights, Sam Abuelsamid, añadió: “Supongo que los grupos de presión de GM y Ford están hablando con el DOE para que cambien esas normas cuanto antes”.
Estas son las empresas de estaciones de recarga que han anunciado su apoyo al NACS, según un informe recién publicado por electrek: ABB, Blink Charging, Chargepoint, EVgo, FLO, Tritium y Wallbox.
Tesla cuenta con 45.000 estaciones de carga en todo el mundo, 12.000 de ellas en EE.UU. Los propietarios de un Tesla también reciben un adaptador J1772 con su vehículo que les permite acceder a más de 53.000 estaciones de nivel 2 en Norteamérica.
Es probable que el número de estaciones aumente ahora que Ford y GM van a añadir NACS de forma nativa a los futuros vehículos, a partir de 2024-2025.
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Jessica Caldwell, directora ejecutiva de análisis de Edmunds, concluye: “Por detrás del costo, la mayor preocupación de los consumidores a la hora de plantearse la compra de un EV tiene que ver con la recarga, ya que es una incógnita abrumadora para muchos”.
Para que los vehículos eléctricos despeguen de verdad, tiene que haber cierta estandarización para que los consumidores se sientan cómodos sabiendo que disponen de amplios puntos de recarga a los que acudir y no se queden tirados al borde de la carretera.
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