Luego de un difícil 2020, las nuevas incorporaciones de energía eólica y solar volverán a brillar en América Latina este año. De acuerdo a BloombergNEF, se espera que, por primera vez, las nuevas instalaciones superen los 10 gigavatios.
La recuperación más amplia verá alrededor de 30GW de nuevas adiciones totales hasta 2023, impulsando en dos tercios la capacidad eólica y solar acumulada de 48GW de hoy.
El crecimiento récord, en parte, se debe a la actividad acumulada, ya que la pandemia frenó el desarrollo de proyectos el año pasado, produciendo una fuerte caída en las adiciones netas que rompió cuatro años de crecimiento ininterrumpido. A ello se sumó la agitación regulatoria en México, que desinfló el que había sido uno de los mercados más atractivos de la región.
El crecimiento de 2021 en el consumo, el transporte aéreo, el comercio y la actividad industrial apuntalarán un aumento de la demanda de energía en América Latina.
En América Latina abundarán las oportunidades para nuevos proyectos energéticos. Sin embargo, navegar por el desafiante clima de inversión que espera a estos proyectos, requiere una cuidadosa diligencia en materia de ESG y una lectura precisa de los nuevos alineamientos políticos que se están formando en las jurisdicciones clave.
Es así como la suerte de los cuatro principales mercados de la región será muy distinta. Se espera que Brasil y Chile disfruten de un fuerte impulso, con la entrega de proyectos retrasados que fortalecen una cartera ya sólida en cada país, vinculada a subastas anteriores y acuerdos bilaterales de compra de energía. Por otro lado, la actividad en México y Argentina puede disminuir aún más.
Las tecnologías mejoradas, el capital barato y las subvenciones financieras han reducido drásticamente el costo de las energías renovables en América Latina.
Para medir los costos a largo plazo de la construcción de un proyecto energético, la industria suele recurrir a la evaluación del coste nivelado de la energía (LCOE).
Argentina y Brasil están entre los principales países que tienen el LCOE ponderado más bajo para los nuevos proyectos eólicos terrestres, en comparación con el proyecto de combustibles fósiles más barato del mercado.
Recientemente Brasil, Chile, Perú y México anunciaron precios de subasta de energía solar fotovoltaica a un nivel récord, lo que refleja la creciente viabilidad de la construcción de proyectos solares en la región.
El desarrollo de las energías renovables también se ha visto acompañado por la caída de los precios de las baterías, una tecnología fundamental para el despliegue a gran escala de la energía verde.
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