La coalición gobernante de Alemania acordó medidas adicionales por valor de unos 15.000 millones de euros (16.500 millones de dólares) para aliviar la carga que supone para las empresas y los hogares el aumento de los costes energéticos, incluida una reducción temporal de los precios de los combustibles.
El Gobierno del Canciller Olaf Scholz recortará el impuesto sobre el combustible durante tres meses en 30 céntimos de euro (0,33 dólares) para la gasolina y 14 céntimos para el gasóleo, dijo el Ministro de Finanzas Christian Lindner a los periodistas en Berlín.
Los funcionarios de la alianza gobernante de tres partidos negociaron durante toda la noche para llegar a un acuerdo, después de discrepar inicialmente sobre las medidas a adoptar.
Los socialdemócratas de Scholz, los Verdes y el proempresarial FDP de Lindner también acordaron que los contribuyentes recibirán un pago único de 300 euros, así como un aumento puntual de 100 euros para cubrir las ayudas destinadas a los niños. Para fomentar el uso del transporte público, el gobierno introducirá un billete mensual que costará 9 euros.
La coalición gobernante también acuerda una bonificación para los contribuyentes de 300 euros
El paquete global tiene el mismo valor que un conjunto inicial de medidas acordadas el mes pasado, dijo Lindner, sin especificar la cantidad.
Die steigenden Preise belasten die Bürgerinnen und Bürger. Unsere Regierung unter Führung von @OlafScholz wird nicht zulassen, dass das Auswirkungen auf den gesellschaftlichen Zusammenhalt haben wird. Deshalb hat sich die #Koalition auf ein umfassendes #Entlastungspaket geeinigt. pic.twitter.com/sK3ZwviTYS
— SPD Parteivorstand ?? (@spdde) March 24, 2022
Scholz ha indicado que éstas podrían costar unos 15.000 millones de euros, incluyendo subsidios para los hogares con bajos ingresos, un aumento de una asignación para los viajeros y un recorte de una tasa para financiar la expansión de las energías renovables, lo que eleva el coste total de ambos paquetes a unos 30.000 millones de euros.
Los partidos gobernantes no se pusieron de acuerdo sobre el contenido del segundo paquete, ya que Lindner y su partido, el FDP, pedían una rebaja directa de los precios de los carburantes en los surtidores, mientras que los Verdes abogaban por una ayuda dirigida a los más necesitados.
La coalición también reforzó su promesa de reducir su dependencia de las importaciones energéticas rusas y acelerar la expansión de las energías renovables, y anunció una nueva campaña para animar a los hogares y a las empresas a ser más eficientes energéticamente.
Peter Adrian, presidente del grupo de presión industrial alemán DIHK, dijo que para muchas empresas el recorte de tres meses en el impuesto sobre el combustible es “sólo una gota en el océano” y no supondría una gran diferencia para las empresas cuya existencia está amenazada.
“En algunos casos, incluso antes de la guerra en Ucrania, tenía más sentido económico apagar máquinas y sistemas”, dijo Adrian en una declaración enviada por correo electrónico. Reiteró el llamamiento del grupo a una mayor reducción de impuestos y a una mayor protección de las empresas con problemas.
Noticia tomada de: Bloomberg / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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