El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que espera que su país pueda seguir pagando el gas ruso en euros a partir del viernes, después de que Vladimir Putin firmara un decreto en el que amenazaba con imponer el pago en rublos a los “países no amigos” y hacía temer que Moscú estuviera a punto de estrangular el suministro de gas.
Los contratos energéticos entre Alemania y Rusia estipulan pagos en euros, a veces en dólares, dijo Scholz en una conferencia de prensa en Berlín el jueves, poco después de que el Kremlin anunciara que Putin había firmado el decreto. “En una conversación con el presidente ruso he dicho claramente que esto seguirá siendo así”.
Los pagos alemanes de gas en euros serían convertidos en rublos por el banco ruso Gazprombank, según informaron los medios de comunicación alemanes este jueves, basándose en el conocimiento que el gobierno tiene del proceso. El decreto del Kremlin está formulado de tal manera que permite a los bancos autorizados convertir la moneda extranjera en el proceso de pago, siempre que los clientes suscriban nuevas condiciones que incluyan la apertura de una cuenta en rublos.
La reacción de Scholz al decreto del Kremlin se hizo eco del primer ministro italiano, Mario Draghi, que el miércoles también intentó disipar los temores de que Moscú cortara el suministro de gas utilizado para la calefacción y la electricidad.
No obstante, se ha instado a los alemanes a que se preparen para una posible ralentización o interrupción del gas natural procedente de Rusia, después de que el Gobierno pusiera en marcha un plan de emergencia para gestionar sus suministros.
El ministro de Economía, Robert Habeck, ha pedido a los hogares y a la industria que utilicen el gas con moderación: “Ahora estamos en una situación en la que cada kilovatio hora de energía que se pueda ahorrar, es útil”.
El miércoles se activó la primera parte de un plan de emergencia de tres puntos que decide cómo y dónde se dirigirían los suministros en caso de amenaza al flujo de gas y petróleo. Los hospitales y los servicios de emergencia tendrían prioridad, seguidos de los hogares. Las industrias, que utilizan una cuarta parte del gas suministrado a Alemania, serían las primeras en cerrar.
Según el plan, elaborado en 2017, se insta a las empresas a que calculen individualmente la cantidad de energía que necesitarían en caso de tener que racionar el suministro. El efecto en la industria sería muy duro y tendría un impacto negativo inmediato en la economía, incluso en las cadenas de suministro y el empleo.
Figura 1. Un manifestante sostiene una pancarta en la que se lee “Stop gas y petróleo de Rusia” el 28 de marzo de 2022 frente a la Cancillería en Berlín. Fuente: AFP.
Se pide que se tome en serio el corte de gas ruso
El jefe de la asociación de ciudades alemanas, Helmut Dedy, instó el jueves al Gobierno a “tomarse en serio” los retos que se plantean. Sugirió la introducción de un límite de velocidad en las autopistas de 100 kilómetros por hora, lo que le valió el apoyo del grupo ecologista BUND, que dijo que defendería los domingos sin coches y el fin de los vuelos de corta distancia.
Dedy afirmó que la interrupción del flujo de gas o petróleo ruso es ahora un escenario realista y que deben tomarse medidas inmediatamente, sobre todo para preparar a la población para dicha situación. “No queremos que haya histeria, pero sí necesitamos que la gente y la economía sean más conscientes de que podemos estar abocados a una crisis de dimensiones considerables”, dijo a la agencia de noticias DPA.
Durante las negociaciones previas a la formación del actual gobierno se propuso una limitación con respecto a la velocidad en las carreteras alemanas por motivos medioambientales, pero fue rechazada tras la oposición del partido pro-empresarial FDP.
Dedy dijo que Habeck hizo bien en poner en marcha el plan de emergencia. “Tenemos que tomar todas las medidas posibles a nuestro alcance y a todos los niveles para prepararnos para un corte de suministro desde Rusia, tanto por razones estratégicas como prácticas”, dijo.
Vulnerabilidad en la mayor economía de Europa
La vulnerabilidad de la mayor economía europea ha quedado ya muy expuesta por el hecho de que el 55% de sus importaciones de gas -más que otros países europeos- proceden de Rusia.
El gobierno ha recibido repetidas presiones del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, para que deje de comprar gas ruso.
El presidente lituano dijo que había llegado el momento de que Europa pusiera fin a todo el comercio energético con Rusia. “Los ingresos que se obtienen de él simplemente sirven para financiar el ataque a Ucrania”, dijo Gitanas Nausėda en una rueda de prensa conjunta con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, en Vilna.
Poco después de la invasión rusa de Ucrania, se instó por primera vez a los alemanes a “bajar el termostato” y, al menos de forma anecdótica, parece que cada vez son más los que lo hacen. Los pedidos de bombas de calor como alternativa a la calefacción central de gas han alcanzado una cifra récord y la gente también está haciendo caso a los llamamientos para ahorrar energía, por ejemplo, evitando mantener los equipos electrónicos en modo de espera o cambiando a luces LED.
Mientras las empresas son llamadas a mostrar dónde pueden reducir su consumo de energía, algunas incluso están instando a sus empleados a cambiar a los ordenadores portátiles en lugar de utilizar los de sobremesa, o están apagando las luces de las salas de exposición por la noche.
Berlín ha dicho que planea desligar a Alemania del gas ruso, pero Habeck ha advertido que esto no será posible antes de mediados de 2024. No ha descartado detener temporalmente un plan de cierre de centrales de carbón, algo que habría sido considerado impensable incluso hace unas semanas para este político del partido de los Verdes.
Inscríbase gratuitamente a nuestro boletín semanal aquí.
Noticia tomada de: The Guardia / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
Te puede interesar:
- ¿Qué pasa si Rusia corta el gas natural a Europa?
- Occidente sigue reacio a sancionar a Rusia en materia de energía por temor a la economía
- Alemania opina que Putin debería reflexionar sobre las consecuencias de pedir el pago de la energía en rublos
