“Estamos completamente en contra de cualquier tipo de chantaje”, dijo el lunes el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, a la CNBC. La dependencia europea respecto a la energía rusa ha impedido que el bloque imponga un embargo energético a Moscú como parte de sus sanciones más amplias al Kremlin. Esto contrasta con la decisión de la Casa Blanca, que ha prohibido las importaciones de petróleo y gas ruso.
Alemania tiene un consejo para el presidente ruso Vladimir Putin: piense en las consecuencias de pedir el pago de la energía en rublos.
El presidente ruso Putin dijo la semana pasada que pediría a las naciones “no amistosas” que pagaran en rublos la compra de su gas natural, lo que provocaría una subida de los precios del gas en Europa.
Al pedir los pagos en la moneda rusa -en lugar de en dólares o euros, como está contratado- Putin busca apuntalar el valor de los rublos, que se hundieron tras la invasión rusa de Ucrania. El dólar estadounidense ha subido casi un 13% frente al rublo ruso desde el 24 de febrero, cuando Rusia comenzó su invasión de Ucrania, después de haber subido alrededor de un 85% a principios de marzo.
Sin embargo, el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, afirmó que no se dejará intimidar por las exigencias rusas.
“Estamos completamente en contra de cualquier tipo de chantaje. Estos tratados se basan en el euro y el dólar, por lo que sugerimos a las empresas del sector privado que paguen [a Rusia] en euros o en dólares”, dijo Lindner el lunes a Annette Weisbach de CNBC.
“Si Putin no está dispuesto a aceptar esto, está abierto a pensar en las consecuencias”, añadió.
El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo la semana pasada que pagar por el petróleo en rublos sería un incumplimiento de contrato, y funcionarios italianos también dijeron que no pagarían en rublos, ya que hacerlo ayudaría a Rusia a evitar las sanciones occidentales por su invasión de Ucrania.
No obstante, las tensiones en torno a los futuros pagos podrían interrumpir el actual flujo de gas natural de Rusia a Europa. La región recibe alrededor del 40% de sus importaciones de gas de Rusia y esta cifra es incluso mayor para algunas naciones europeas, en particular Hungría, que obtuvo el 95% de sus importaciones de gas en 2020 de Rusia.
La dependencia de la región de la energía rusa ha impedido que el bloque imponga un embargo de petróleo a Moscú como parte de su régimen de sanciones, en contraste con la Casa Blanca, que ha prohibido las importaciones de petróleo y gas ruso.
La Unión Europea ha dicho que revisará su enfoque de la energía rusa y reducirá su prolongada dependencia. Un plan presentado a principios de este mes sugería reducir las importaciones de gas ruso en dos tercios antes de finales de año.
“Encontraremos soluciones. Estamos trabajando en una menor dependencia de las importaciones rusas y si [Putin] decide cortar sus suministros, tendríamos que ser aún más rápidos para ser independientes de Rusia”, dijo Lindner.
La región se esfuerza ahora por abastecerse de energía en otros lugares. Estados Unidos, por ejemplo, anunció el viernes un nuevo acuerdo con la Unión Europea para suministrar al bloque 15.000 millones de metros cúbicos de gas natural licuado este año.
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Noticia tomada de: CNBC / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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