El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó el domingo que Alemania va a cumplir sus planes de construir dos terminales de GNL y aumentar sus reservas de gas natural para reducir su dependencia del gas ruso tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
La invasión rusa hizo tambalearse a los mercados mundiales el jueves, y a ninguno más que al mercado energético europeo. Europa recibe el 40% de su suministro de gas natural de Rusia. Pero la mayor parte fluye a través de un gasoducto gestionado por una empresa estatal rusa que pasa directamente por Ucrania.
Puede que Europa esté preparada para dejar de lado la dependencia de las exportaciones de gas ruso después de que Putin invadiera Ucrania esta semana, pero la dependencia de Alemania del gas ruso mantiene al continente en una posición vulnerable.
Sin embargo, ya Alemania está buscando los mecanismos para mitigar esta vulnerabilidad. El canciller Scholz dijo a los legisladores en una sesión especial del Bundestag convocada para abordar la crisis de Ucrania, “haremos más para garantizar el suministro energético de nuestro país”
Scholz dijo que Alemania debe cambiar el rumbo para superar su dependencia de las importaciones de proveedores individuales de energía.
Alemania ha recibido presiones de otros países occidentales para que dependa menos del gas ruso, pero sus planes de eliminar progresivamente las centrales de carbón para 2030 y de cerrar sus centrales nucleares le han dejado pocas opciones.
“Los acontecimientos de los últimos días nos han demostrado que una política energética responsable y con visión de futuro es decisiva no sólo para nuestra economía y el medio ambiente. También es decisiva para nuestra seguridad”, dijo Scholz el domingo.
Además, Alemania aumentará el volumen de gas natural en sus instalaciones de almacenamiento en 2.000 millones de metros cúbicos (bcm) mediante opciones a largo plazo y comprará gas natural adicional en los mercados mundiales en coordinación con la Unión Europea, dijo.
Alemania cuenta con 24 bcm de cavernas subterráneas de almacenamiento de gas, que actualmente están llenas en un 30%, según datos del grupo industrial Gas Infrastructure Europe.
Scholz también dijo el domingo que Alemania construiría rápidamente dos terminales de GNL, en Brunsbuettel y Wilhelmshaven.
Ya había manifestado su apoyo a la construcción de terminales de GNL cuando era ministro de Economía y vicecanciller en el anterior gobierno, pero se avanzó poco.
La invasión rusa a Ucrania ha llevado a Occidente a imponer nuevas sanciones a Moscú y ha hecho que la cuestión del suministro energético sea aún más apremiante.
Alemania ante una difícil situación
Ni Rusia ni Europa han cortado aún la conexión de gas natural, pero los precios de la energía en el continente ya se han disparado. La crisis ucraniana ha puesto de manifiesto la dependencia de Europa de las importaciones de combustibles fósiles rusos.
El gas natural representa el 25% del consumo total de energía de Alemania, y el país depende de Rusia para el 55% de su suministro de gas. Si estas importaciones cesaran repentinamente, la mayor economía y el país más poblado de la UE se encontraría en una situación muy complicada.
Antes de que estallara la invasión de Ucrania, Alemania tenía previsto aumentar sus importaciones de gas ruso a través del Nord Stream 2, un gasoducto de 11.000 millones de dólares que pasaría por debajo del Mar Báltico, a pesar de las críticas de que el proyecto haría al país aún más dependiente energéticamente de Rusia. Pero el canciller alemán, Olaf Scholz, acabó abandonando el plan poco antes de que Rusia invadiera Ucrania.
El abandono del gasoducto Nord Stream 2 es un primer paso para que Alemania se desprenda del gas ruso, pero lo más probable es que pasen décadas antes de que el país pueda reclamar su independencia energética.
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