Los valores de las acciones de las energéticas son uno de los pocos sectores del índice S&P 500 que han subido desde el año pasado. Pero los inversores en energía habían soportado casi una década de debilidad en estos valores.
La invasión rusa de Ucrania interrumpió el suministro mundial de petróleo y gas natural. Si a eso le añadimos un resurgimiento de la demanda de servicios de viajes hasta niveles casi prepandémicos, obtenemos precios más altos para el petróleo y el gas.
El índice S&P 500 del sector energía a finales de febrero cotizaba alrededor de 522 dólares, hoy cotiza en 658,45 dólares la acción, esto representa un incremento de 27% desde que inició la guerra en Ucrania.
Figura 1. El índice S&P 500 del sector energía a finales de febrero cotizaba alrededor de 522 dólares, hoy cotiza en 658,45 dólares la acción.
Buenas noticias para el sector energético
Eso es una gran noticia para las empresas energéticas que cotizan en bolsa. Acciones como Chevron Corp (CVX), Halliburton Company (HAL), Devon Energy Corp (DVN) y Marathon Oil Corp (MRO), entre otras han visto buenos desempeños en S&P500, con importantes alzas que las han mantenido en terreno positivo.
Por ejemplo, Chveron Corp. en febrero de este año cotizaba alrededor de 135 dólares por acción, hoy está en 176 dólares, representando cerca de 30% de aumento en el valor.
“Esta es la primera vez que las empresas de energía han tenido una razón para sonreír desde aproximadamente 2014”, dijo Stewart Glickman, analista de energía de CFRA Research.
Los precios del petróleo han fluctuado entre lo mediocre y lo pésimo durante la mayor parte de siete años. Así que esta es la primera vez en mucho tiempo que el petróleo está a más de 90 dólares por barril. La efervescencia del gas natural también ha sido importante motivo del alza en el valor de las acciones.
Esos años de una estrategia de aumento de producción llevó a los inversores a desencantarse. Los directores generales les decían que la clave del éxito en el sector energético era maximizar la producción, afortunadamente ese sentimiento ya no prevalece y las empresas energéticas han mantenido la disciplina de capital aun en estos momentos de altos precios.
Las grandes petroleras han estado recompensando a sus inversores con dividendos y recompra de acciones en lugar de reinvertir ese capital en la expansión.
Aun cuando el mayor volumen no creó valor para los accionistas, ahora nos encontramos con que se necesita más volumen, pero el sector no está preparado y en parte no está dispuesto a cambiar su forma de invertir.
Pero Clark Williams-Derry, del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero, dijo que la situación no es una buena noticia para otras partes de la economía.
“Cuanto mejor le va a la industria del petróleo y el gas, peor le va al resto de la economía”, dijo Williams-Derry.
Los altos precios del petróleo y el gas se filtran al resto de la economía. Aumentan el precio de los plásticos, aumentan el precio de los productos de consumo y la fabricación y el transporte y la electricidad.
Otra forma de decirlo, según Williams-Derry, es que los altos precios de la energía actúan como una especie de impuesto sobre el resto de la economía.
El comercio ENERGÉTICO entre EE.UU. y MÉXICO alcanza un RÉCORD
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